Hoy en día existen más de cincuenta millones de usuarios de internet en México, de estos un 36% tiene entre 6 y 18 años, de acuerdo a los datos revelados por la Asociación Mexicana de Internet. Si embargo, este grupo también es el más vulnerable a la gran cantidad de mensajes dentro de las redes sociales. La pregunta que nos hacemos es si realmente pueden influir las redes sociales en la autoestima.
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Indiana, los jóvenes que pasaban mayor tiempo revisando sus propios perfiles, reportaban mayor autoestima, que aquellos que solían revisar el perfil de otras personas.
Con base en diferentes investigaciones citadas en una tesis de maestría publicada por la Universidad de Michigan, podemos ver que el uso de redes sociales como Facebook, no necesariamente tiene un efecto negativo o positivo sobre el autoestima: todo depende de su uso. Por ejemplo, diversas publicaciones como realizada por el profesor Robert Kittinger, señalan que el uso de las redes sociales puede generar adicción. Otros estudios, también muestran la relación entre el uso de las redes sociales, y una mala concepción de la imagen personal, lo que fomenta una percepción negativa de su propio cuerpo, además de propiciar síntomas relacionados con enfermedades que afectan los hábitos alimenticios, como la bulimia.
A pesar de esto, el uso de las redes sociales también parecen presentar un aspecto positivo, como lo demuestra un texto publicado por el ciber psicólogo Junghyun Kim, donde se puede ver como “la felicidad derivada del número de amigos en Facebook, puede darse ya que las personas pueden ver el número y conexiones de sus relaciones interpersonales, ayudándoles a reforzar su valor personal”.
Es aquí es donde llegamos a un punto donde el rol de las redes sociales puede fomentar sentimientos positivos o negativos, que basa en la necesidad que tenemos como entes sociales.
Este tipo de comparaciones con otros usuarios, pueden resultar inofensivas, cuando las personas revisan el perfil de amigos con logros relativamente similares a ellos, pero el problema surge se dedican a ver constantemente las diferencias entre aquellos que perciben como superiores. Por ejemplo, una persona que viaja poco y tiene un circulo de amigos que publican constantemente fotos de lugares que visitan, puede recibir un golpe duro a su autoestima, ya el hecho de no viajar tanto como sus pares le puede dar la sensación de ser poco exitosa.
Esto puede explicar por qué las redes sociales ejercen presión sobre cierto tipo de personas, afectando la imagen que tiene de sí mismas, ya sea de manera física, social, o profesional, y cómo, al mismo tiempo, ayudan a otros a reforzar su autoestima al interactuar de manera mas natural con sus círculos sociales.
En conclusión, el impacto de las redes sociales, depende en gran medida de lo que nosotros, como sociedad e individuos, hagamos. Reforzando la autoestima de los jóvenes y niños, ensañándoles que cada uno es diferente, y que esas diferencias no te hacen mejor ni peor que otra persona, para que al momento de entrar a un sitio como Facebook, su autoestima no sea aplastada por autocomparaciones.